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“¡Salí de la entrevista con una sonrisa de oreja a oreja!”

12/2013

Carlos tiene 20 años y desde hace uno que trabaja como dependiente en una tienda de ropa. Ahora quiere sacarse el Grado Medio de Mecánica para tener un oficio que le permita vivir con más tranquilidad.


- Carlos, ¿cómo era tu día a día hace dos años?


Había dejado los estudios ya hacía tiempo, así que me pasaba el día en la calle, solo o con los amigos.  Llevaba un par de años buscando trabajo, pero como la cosa estaba bastante difícil y tenía a mi abuela que me cuidaba, tampoco me corría mucha prisa encontrar nada.


- ¿Por qué vivías con tu abuela?


Mi madre falleció cuando yo era pequeño y con mi padre viví hasta los 16 años, que fue cuando decidí irme a vivir con ella porque con él, entre que lo pasó muy mal con la enfermedad de mi madre y que se pasaba el día trabajando, nunca me he llevado muy bien. 


- ¿Y qué te hizo cambiar hasta el punto de que ahora tengas ganas de volver a estudiar?


Pues la verdad es que gran parte de la culpa la tienen los educadores de Fundación Adsis, que me han demostrado que puedo hacer todo lo que me proponga, o que por lo menos no pierdo nada por intentarlo. Además, hace unos meses murió mi abuela, y esto también me ha hecho darme cuenta que soy responsable de mi vida y que me tengo que espabilar.


 - ¿Cómo conociste la Fundación Adsis?


Yo tenía ganas de encontrar trabajo, y el asistente social de la EAIA (Equipo de Atención a la Infancia y a la Adolescencia) me concertó una entrevista en Fundación Adsis, porque le pareció que me podían ayudar.


-  ¿Y crees que te ayudaron?


La verdad es que muchísimo. El primer día estaba muerto de la vergüenza y bastante desconfiado,  pero pronto me di cuenta que aquí creían en mí, y yo no estaba nada acostumbrado a eso. Y lo cierto es que cuando ves que alguien confía en ti te sientes como obligado a devolverle esta confianza y, por lo tanto, a no fallarle. Y creo que eso ha sido clave para mí.


- ¿Qué has hecho en Fundación Adsis? 


 Un curso de atención al público que se basaba en clases teóricas y prácticas.


- ¿Y fue a través de este curso que encontraste el trabajo?


Sí. Todos los que asistimos al curso (unos 30 chicos y chicas) hicimos tres semanas de prácticas. Luego nos convocaron y nos fueron llamando uno a uno para valorar nuestro trabajo y decirnos si nos contrataban para un periodo más largo. Yo lo pasé fatal porque fui de los últimos a los que llamaron, pero una vez en la entrevista vi que estaban muy contentos conmigo y que querían que empezara a trabajar tres días después. ¡Salí de la entrevista de trabajo con una sonrisa de oreja a oreja!


- ¿Cómo ves tu futuro?


Ahora soy bastante optimista, y sé que si confío en mí mismo puedo conseguir lo que me proponga. Quiero aprender un oficio. Como me gusta mucho la mecánica, quiero acceder a un Grado Medio y luego al Grado Superior.


¡Felicidades Carlos!  ¡Nunca dejes de sonreír!