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Cooperación

Bolivia

Juventud empoderada

“UTASA es tu casa” es la frase que más se escucha en boca de jóvenes que lideran el centro juvenil del proyecto que lleva este mismo nombre, UTASA, que significa nuestra casa en lengua aymara. Se trata del centro de desarrollo comunitario ubicado en El Alto, en Bolivia. El centro se encuentra en el barrio de Senkata, una zona rural destacada por su paisaje de montañas nevadas y casitas pintorescas. Pero esta imagen de postal se ha visto quebrada por varios conflictos, el último de ellos convirtiendo el barrio en el escenario de una masacre que se llevó a una treintena de vidas por delante el pasado noviembre. La zona es conocida también por su acelerado crecimiento demográfico vivido en los años 80. El cierre de las minas, promulgado por derecho gubernamental, forzó la migración de personas trabajadoras del campo a la ciudad.

UTASA se creó durante las migraciones forzadas de los años 80, como un espacio abierto a la población con programas dirigidos a cubrir las necesidades que afrontan las familias.

La situación obligó a las familias a rehacer sus vidas lejos de sus hogares. UTASA se creó entonces, como un espacio abierto a la población local dónde se llevan a cabo diversos programas apoyados por Fundación Adsis y que están dirigidos a cubrir las necesidades que afrontan las familias. “UTASA para mí es un lugar donde te ayudan a formarte como persona, dándote principios y valores en todo tipo de áreas: teatro, música, danza, deportes, cocina y muchas más”, comparte Diego Armando, joven participante.

El centro UTASA ofrece acompañamiento individual y familiar, y trabaja a través de varios programas. El refuerzo escolar para niños y niñas incluye un servicio de comedor que, a su vez, incide en mejorar los hábitos de higiene y los marcadores nutricionales. El curso pasado, el 83% de los niños y niñas participantes mejoraron su rendimiento escolar, y el 73% adecuó sus valores de talla y peso gracias a la asistencia diaria al centro.

A nivel familiar, madres y padres acuden a espacios formativos para adquirir habilidades de diálogo con sus hijos e hijas. Asimismo, se impulsan iniciativas de emprendimiento para adultos a través de una escuela dónde se enseña lectoescritura, matemáticas e informática, así como se desarrollan talleres de cocina o costura con amplia asistencia de mujeres.

Lizett

Monitora taller de danza

"Lo más lindo de estar en UTASA es que conocí gente nueva, muy buenas personas. Convivir con ellas, y también con los jóvenes, fue realmente algo hermoso ya que cuando uno da clases también aprendes de ellos y eso me pasó a mi. UTASA se convirtió en mi segundo hogar".

Edwin

Monitor taller de liderazgo

"Estoy ansioso por dictar el taller, aunque soy nuevo sé que seré capaz de poder enseñarles a los jóvenes que vengan y estén en el curso. Es la segunda vez que asisto al centro y me acogieron con los brazos abiertos. Me siento agradecido con todos los monitores y co-monitores, me hicieron sentir que todos son una familia. Ahora yo me siento parte de ella, estoy feliz y daré todo de mí para no defraudar al centro".

Ronald

Monitor del centro juvenil

"Era participante del centro juvenil UTASA tiempo atrás. Es un hermoso lugar donde me divertí mucho, conocí buenas personas que me ayudaron bastante en mi desarrollo personal. Ahora, ya después de tiempo, soy un monitor dentro del centro juvenil y me alegra mucho serlo, comparto las experiencias que dejaron los anteriores monitores en mí y yo lo trasmito a los jóvenes".

Esther

Monitora de deportes y primeros auxilios

"Fui participante en los talleres de deportes, teatro, música, danza y liderazgo. Ya llevo unos años siendo monitora de deportes y primeros auxilios. UTASA me abrió las puertas desde muy joven y ahora me siento muy feliz de poder estar en el centro juvenil pudiendo ayudar y apoyar con un poco de mi conocimiento, que he adquirido a lo largo de esos años".

AUTOGESTIÓN JUVENIL

Pero el motor que más hace latir UTASA es la juventud. El centro juvenil es el espacio dentro de UTASA que aglomera más movimiento y entusiasmo. Y es que todas las actividades que se llevan a cabo son propuestas y planificadas por ellos y ellas mismas. “Fui participante del centro juvenil UTASA tiempo atrás. Es un hermoso lugar donde me divertí mucho y conocí buenas personas que me ayudaron en mi desarrollo personal. Ahora soy monitor del centro y me alegra mucho serlo, comparto las experiencias que dejaron los anteriores monitores en mí y yo lo trasmito a los jóvenes”, cuenta Ronald. Como él, muchos y muchas jóvenes retroalimentan el lugar de manera voluntaria. La mayoría de participantes permanecen en UTASA desempeñando un liderazgo de las actividades en las que ellos y ellas mismas participaban antes. Los talleres son multitemáticos, despertando diversos intereses entre los y las jóvenes. Música, danza, teatro, primeros auxilios, deportes, repostería, etc. Un largo abanico de posibilidades para todo tipo de motivaciones juveniles. “Soy monitor y parte de centro juvenil UTASA. Me asignaron el liderazgo del curso y estoy ansioso por dictar el taller. Soy nuevo en esto, pero sé que seré capaz de poder enseñarles a los jóvenes que vengan y estén en el curso. Es la segunda vez que asisto al centro y me acogieron con los brazos abiertos. Me siento agradecido con todos los monitores y co-monitores, que me hicieron notar que todos son una familia. Ahora yo me siento parte de ella, estoy feliz y daré todo de mí para no defraudar al centro”, expresa Edwin.

“Una de las tareas que realizo con mucho agrado es apoyar el centro juvenil. Veo llegar cada sábado por la tarde a los monitores voluntarios que dirigen los talleres y otras actividades para jóvenes. Estudian, trabajan... y aún así, aquí les tenemos cada semana. Es algo que valoro y agradezco mucho”

"Algunos llegan al salir del trabajo, que realizan para costearse sus estudios. Estudian, trabajan... y aun así, aquí los tenemos cada semana. Ellos son los pilares del centro juvenil, intentando potenciar los talentos de los otros jóvenes. Es algo que valoro y agradezco mucho”, explica Nieves González, directora del centro UTASA. Sin duda, la juventud es la protagonista y su impulso es esencial para el desarrollo comunitario de su barrio. Cada año, se abren las puertas a nuevos y nuevas integrantes, siempre avanzando hacia una estructura de funcionamiento social que refuerce la construcción de una democracia real en un país que afronta una situación complicada y con un pueblo que lucha por sus derechos.

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