
Millones de personas se ven obligadas a huir de sus países en busca de una vida digna. Llegan de lejos. La gran mayoría después de un viaje tormentoso, y dejando atrás una porción de sus vidas. Pisar suelo español es un logro para much@s, pero ahí empieza otra odisea de su larga travesía. El proyecto Baroké, de Fundación Adsis, ofrece acogida a personas inmigrantes recién llegadas.

En Cuestión

"El voluntariado para mi significa ser útil socialmente. Ahora cumpliré 83 años y siempre pienso que debo estar muy contenta de haber podido desarrollar esta parte de mi".
Pilar (82 años)

“Recomiendo que todo el mundo, independientemente de su edad, pruebe a hacer voluntariado. A parte de sentirte muy realizado y aprender muchísimo, es una gran oportunidad para abrir la mente".
Eider (17 años)

“La labor que podemos realizar como voluntarios es muy importante. A veces no hay muchas horas a la semana para dedicar, pero se trata de aportar calidad más que cantidad”.
David (32 años)

Cooperación
Kilómetros que dejan huella
Era el año 2003 y antes de embarcarse a un compromiso profesional que tampoco tenían claro, apostaron por hacer caso a esa parte de ellos mismos que les llamaba a cooperar. Pusieron fecha: junio. Acordaron un tiempo de estancia: 6 meses. Y tenían claro el destino: Ecuador. ¿El enlace que les llevaría a esta aventura? Fundación Adsis.

Implicad@s
Con voluntad propia

"He conocido a muchos profesionales y a muchos usuarios del centro Hedra en estos 20 años. Esta relación con ellos me ha ayudado a ser una persona más amplia, a tener que madurar ciertos recursos personales para resolver conflictos, a pedir ayuda, entender, escuchar, abrazar, confrontar, etc.".
Empresas comprometidas

"Mi voluntariado surgió en una conversación con la directora de la sucursal de "la Caixa" donde soy cliente. Ella me insistía que creía que podía aportar a través del voluntariado mi experiencia profesional ayudando en la integración laboral".

Un día con
Bizkaia: Pulso solidario
